19.1.07

Juan de Garay

A veces siento que hay gente que le da vergüenza ser argentino. A mí, confiesolo, antes me daba así como un escosor, la evidencia de mi argentinidad, brotando suave del centro de mi voz, del ritmo y/o entonación de mis palabras. Antes, antes me daba. Entrar a un lugar, ponele, y malsonantear -permítaseme la invención lingüística- el ambiente, con mi tonada rioplatense. Ahora piso firme y me declaro desde el primer momento hilo musical argentino, o de industria nacional, o como quieras llamarlo, lector avesado, al hecho factual de que se es argentino de pura cepa, de los pies a la cabeza. Llevo el llano de la pampa en el horizonte oxipital y el paisaje sarmientino en mis más profundas imágenes, esto ya no quiere más ser obliterado, never ever. No es que en algún tiempo quise ocultarlo, no no, que va que va, don´t get me wrong dear reader, es solo que capaz ponele antes iba un poco así tipo perdida, extraviada, dudosa de mi ser nacional, intentando encontrar la índole de mi corazón. Ahora, desde que he probado reduce fat fast siento que la vida tiene otro color, azul y blanco si se quiere. No hago más que cantar Baglietto y Silvina Garré y llevar el río marrón en mis pupilas con la felicidad del perro que mueve la cola. Ya no es novedad ser argentino en el mundo, y yo, yo, humilde cuerpo pampeano, festejo en silencio mi esencia nacional. Ni de Buenos Aires ni de Rosario, de las mismas entrañas del sur santafesino, aguante Juan de Garay, que creo que era vasco, de cuando la ETA no existía. Ejem.

2 comentarios:

ayrala said...

ASI ME GUSTA!!!. EXPORTANDO A PEYRANO POR TODAS LAS LATITUDES. YO NO SOY ARGENTINO, PERO LA PROMOCIONO CUANDO PUEDO Y SE METEN CON ELLA.

sin gins said...

me preguntaba cómo es ser argentino de pura cepa, rioplatense pampeano. la respuesta la encontré al releer tu texto: la acotación en inglés, es exacto, eso es la argentinidad, es la pluralidad, y ese afán singular (que fue expresado como intringulis chingulis) por mal sonantear. pero qué es malsonantear? yo creo que malsonanteamos cuando nos introducimos en lo desconocido, pero cuando hablamos como somos con la naturaleza y la personalidad, el sonido es preciso, la música está perdida. la música siempre es del otro. un beso meli, siempre tuyo...