5.1.07

toreros muertos

Una vez una chica inglesa de padre iraní y madre escosesa me dijo que los argentinos le gustaban porque éramos como los españoles pero sin la cultura del rodeo y los toros. Yo le dije que conocía a muchos españoles, bueno, catalanes, que estaban en contra de las corridas de toro, at all, y ella me dijo, sí?, y agachó la cabeza. Ella tenía un novio argentino que era medio drogadicto, o que tenía una vida bastante oscura, y que había conocido en Salamanca. El nombre de la chica era Charlotte, muy inteligente, de un metro cincuenta y cinco y rasgos no-sé-de-donde-soy que la hacían bastante atractiva. Así somos muchos ingleses, me decía, sin raíces ni destino, y yo, callada, pensaba en que a veces la gente presupone muchas cosas y que la vida es mucho más intensa de lo que parece. Y que aquel que no se anima muere de a poquito hasta transformarse en nada. O muere de golpe, ensartado por un cuerno de toro. Uy.

0 comentarios: