11.5.07

ABAJO LA MARUJAS II (las marujas se sublevan)


Ayer en el trabajo experimenté una sensación nueva.
Hubo pelea de marujas.
No me fue dado ser testigo,
como un castigo del cielo,
pero terceras personas me lo relataron,
siendo maruja una de ellas.

(Ser maruja es ser una mujer hecha y derecha -tener alrededor de cuarenta años, mal gusto y pasión por la comida y la prensa amarilla en general, maquillarse como una puerta, vestir de floreado y romper las pelotas sin parar- eso es básicamente ser una maruja)

Muchas mujeres juntas en un mismo espacio expuesta a cierto nivel de estrés laboral, sumado a la ausencia de testosterona da como resultado situaciones bastante desagradables que bordean lo patético. Es previsible. La pena fue que me perdí el directo dado que me encontraba en la cuarta planta recibiendo a unos clientes. Lástima. Ánimos caldeados había cuando bajé, y no quise preguntar mucho para no unirme al marujeo perpicaz pero una de las marujas no pudo evitar cascarme todo: y sí, el protagonismo mata, exaspera y, vaya sino, envejece, obliga a usar base correctora y tintura bastante potente a juzgar por las pelusas que una de ellas luce como cabellera. Y esto me lleva a pensar en el trabajar en equipo... y sí, las marujas pertenecen a otra generación.

1 comentarios:

Bruno said...

fuera esas marujas!!!
que chismosean, y jamás mimosean a sus maridos!!!
salu2