Te cuento amigo cuál es la triste posición de los sintierra, sinpatria o como coño le quieras llamar a aquellas personas que, dejando su tierra, viven en el extranjero, puaj que asco. en fin, perdón por el improperio pero me dejé llevar por las pasiones. aunque a algunos les gusten los excesos considero que nunca han estado bien vistos, sobre todo en los niveles sociales altos que es de donde provengo yo y donde quiero digamos mantenerme, stop. quería hablar esta noche después de mi latita de estrella damm diaria (costumbre que no habla bien de mi, lo sé) sobre esta posición incómoda que nos toca a los que fuckingmente nos rajamos de nuestros países tan llorados ahora, y añorados, si se quiere. Era más que nada lo siguiente, y perdón por la falta de hilación que requiere todo texto que se precie, las personas que vivimos fuera estamos constantemente queriendo ser más argentinos que los argentinos y en ese intento terminamos quedándonos obsoletos: no somos ni argentinos frescos, digamos, ni españoles (o italianos, o lo que sea) o sea no somos una mierda, o somos más bien una mierda, una porquería sin forma ni color que no sabe para dónde rajarse ni cuántos pedos tirarse. eso somos, eso. Cómo te quedó el ojo. A mi chiquitos, es tarde, hasta otra.
1 comentarios:
yo creo que los movimientos inmigracionales están en nuestro adn. no hay nada que hacerle. eso quiere decir que nunca fuimos nada, ni siquiera argentinos (la argentinidad no existe, lo digo y lo repito. yo soy pampeano, gauchito gil). no seremos mucho más que esa nada que nos tocó. como el chiste de chachacha, no somos nada, no somos nada... besos!
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