27.2.08

cadáveres

las mujeres siguen muriendo a manos de sus maridos, ex maridos y afines. la incomprensión y la intolerancia se yergue sobre sus cabezas de peluquería (o no), la ignorancia gana. la mano del hombre, su furia y su incultura se unen en un solo grito de soledad: un tiro, una cuchillada en un corazón esquivo e inasible. La mujer queda con sus amigas en un bar, charlan, se ríen (de los hombres?), exponen sus sonrisas perversas ante un público casi indiferente a no ser por el maquillaje de última hora de una de ellas. Sonrisas, gestos, exibición: mujeres. Un hombre entra y le mete una bala en el pecho, morada antes de sus sentimientos (de no ser por ese otro que un día se le metió en la retina y de ahí derechito al cuore... mala puta), encuadre ahora de la bala, del tiro certero. La mujer se desploma, el hombre sale del bar. Una muerte más por violencia de género. españa 2008

1 comentarios:

Anonymous said...

gente muy enferma de la cabeza.
Matar por despecho es algo cavernícola, muy siniestro. Gente sin vida, que odia la vida. Es algo intratable, latiendo en la cotidianeidad un potencial de locura que da vértigo.