4.11.07

inmunda felicidad

Si hay una cosa que me molesta sobremanera es la felicidad excesiva que manifiestan ciertas personas. La chica que vende rosas en la esquina de la oficina, por ejemplo; cada vez que paso por su tienda la veo sonreir, sonreir y sonreir, sonreir, como si nada en el mundo diera señales de que las cosas no van bien. Como si no hubiera inmigrantes, como si cualquiera pudiera alquilar un piso y pagar sus deudas, como si la misma mierda que se respira afuera, justo afuera de su puta tienda de rosas de ecuador y de áfrica (por dios!) no se nos metiera en los pulmones día a día, hora tras hora lacerándonos las vías respiratorias. Y soy optimista, claro que lo soy.

3 comentarios:

Anonymous said...

La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da mas luz...

Nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar.

Unknown said...

anonymous: no sé de donde sos pero te aseguro que "la tienda de rosas" de la que hablo en mi texto no es un puestito ambulante en el medio de la calle, atendido por alguna desposeída que no llega a fin de mes, no, es algo mucho más fashion que eso... : o P

Anonymous said...

No importa el lugar, el como y el porque. No juzgues a los demás es irrelevante, analizate a ti misma. Te recomiendo lectura de C.G. Jung, Deepak Chopra. Namasté.