22.1.08

La magia de lo lejano

Esto es una apología a la vida de pueblo. Los videojuegos, la ropa, la comida, y hasta el amor, todos es un misterio, una incógnita, un tesoro.
Cuando uno vive en un pueblo las cosas tienen siempre un velo entre marrón y amarillo y por más que los rayos del sol le vengan a dar de lleno, a las diez de la mañana y en verano, las cosas siempre pasan en algún otro lugar, lejos, muy lejos.
Todo es lejano, en ese punto muerto entre el descanso y la pampa, justo ahí, en ese rincón que nadie sabe, ahí donde la gente no es nadie, donde sus respiraciones no incomodan, en el submundo del embudo mecánico de la sociedad de consumo, ahí es donde está mi alma.
(Las grandes ciudades se lo comen todo, tragan, engullen presas en sus calles, en sus ascensores, en medio del ruido insoportable de las máquinas, las ciudad le matan el alma a las personas, y van, entre solas y amargadas, a buscarse en el diario, en el cine, en sus teles)
En el pueblo, en cambio, nunca se es nadie.

4 comentarios:

sauria es una mutante! said...

ese nihilismo me agovia! entre no ser nada en la ciudad y no ser nadie en el pueblo! no hay espacio para la plenitud, la felicidad, la identificación?

besos, Melas!!

Anonymous said...

la magia de lo lejano es la que permite ver lo deseado dónde sólo había razones para irse

Mauro Emiliozzi said...

todo un tema este eh... no es para autopromocionarme, pero casualmente en la ultima entrada a mi blog colgué un texto de Rodolfo Kusch, el cual con un ejemplo antropológico nos muestra el abismo existencial que separa a las grandes ciudades contemporáneas de otras culturas originarias, arrojadas en el "mero estar nomás" (tal como categorizaba Kusch a la dimensión existencial propia de América). Lo podés ojear en www.esperaactiva.blogspot.com
Besotes!
PD: te vas finalmente a vivir a Londres? :0

Unknown said...

Mauri:

Estamos en ello. Pero sí, es sólo cuestión de plazos. Me pasaré por tu blog, ahora mismo. Un beso,

Meli