16.5.06

cadena de circunstancias

hoy a la mañana tenía que ir al banco y al súper. solo eso tenía que hacer. la chica del banco me ofreció una tarjeta muy acorde a mis necesidades, hecha a la medidas de mis necesidades subyacentes. cibertajeta. me sentí feliz de saber que alguien había diseñado una tarjeta de crédito acorde a mi vida trashumante metatársica. le dije gracias, la chica debía tener unos treinta años, sin hijos, marido indiferente, una casa que aún no es de ella, lo será en unos veinte o quince años, poco maquillaje, blusa clara. le agradecí y prometí traer todo lo necesario mañana a esta misma hora llamame antes si es que vienes muy bien entonces cómo te llamas ana bueno ana será hasta mañana entonces. después fui al súper y fue ahí donde empezó a dolerme la cabeza, como si arriba de los ojos tuviera un color gris endurecido con madera. además la música pedorra del súper me hacía sentir miserable, pero los productos de limpieza que tenía que comprar me aliviaron. cargué con algunas cosas el carro. le dije gracias al chico de la caja pero no entendió lo que le dije... qué?? me dice... no, he dicho gracias, le digo, pensé, el idioma que hablo solo lo entienden las mentes preclaras. y dejé el súper como así también este cielo gris. plis mlis stris.

2 comentarios:

sin gins said...

te das cuenta? justo por lo que deciamos hoy de la amabilidad, es al pedo, sos más argentina que la miercoles

Unknown said...

no quisiera con esto amigo sin gins herir susceptibilidades, imaginese que la "amabilidad" no se inventó en argentina como la virome. Amables hay en todas partes por suerte, pero es cierto de que esto de que "la gente está cansada" no quiere decir que se tenga que tener mala onda, la compostura y el buen talante no hay que perderlo nunca. salut.