10.5.06

revoltijo

El otro día fuimos a un bar donde reinaba el desconsuelo. La deformidad humana puede camuflarse entre la gente. La nariz en lugar practicamente del ojo. Ausencia de mentón. Mi sensación fue entre asco, lástima y tristeza. Me pimpé otra cerveza. Después una mujer con un ojo más cerrado que el otro era feliz y charloteaba con uno, x. Espectros de la noche disfrutaban de la música hardcore hardrock hardpunk hardeverything. Pensé en mis amigos de Rosario, en Pablo, Franco, pensé en ellos y en su necesidad de que una mujer los mirara sexymente. Pensé en cuántos de los que me rodeaban en aquel bareto hubieran querido acostarse con alguien... pero lo hacían solos, dejando sus camperas de cuero heavy metal sobre una silla, quizás, y dejando su sudor etílico sobre las sábanas. Pensé en que tenía suerte de pensar así, pensé muchas cosas de un hombre gordo, ancho y beodo apostado sobre la barra enviando mensajitos de móvil a algún otro ente. Pensé en que estaba viendo demasiado, pero me pimpé otra cerveza y me entregué a los brazos de mi amante, lugar éste, seguro, seco e incontaminado. Lugar guay. Me voy a la biblioteca a sacar el fausto, gracias.

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