17.10.08

de infancia y felicidades

ser niños otra vez, sin miedos ni ataduras, no temer al pasado, porque no se tiene, no pensar en el futuro, porque no está en nuestras manos. me gustaría volver a ser niña, cuando miro para atrás recuerdo las tardes espléndidas que pasaba con mi hermano en el patio de casa, jugábamos durante horas y éramos felices, inconscientemente felices. investigábamos el interior de los sapos, patinábamos en el piso mojado después de pasar la manguera durante horas... eso era la vida para nosotros. después llegaba la hora de comer, íbamos corriendo a sentarnos a la mesa, a veces nos atacaba la risa infinita que no podíamos evitar, mi madre se enojaba, pero nosotros no le hacíamos caso, la pasábamos mejor riéndonos. después uno se hace adulto, tiene que salir a trabajar para pagar sus facturas, su propia comida, uno se hace consciente de que el mundo no es lo que creía... que es mucho más complejo e intrincado. por suerte uno encuentra seres humanos en el camino que lo remontan a uno a ese paraiso perdido, a esa felicidad infinita que fue la infancia. complicidad, entrega, confianza. por suerte uno, de grande, se encuentra con gente que le regala sonrisas enteras y uno se siente arrastrado por ese impulso de apretar, abrazar, tocar para expresarse. otra vez...

0 comentarios: