20.7.07

Me cago en el diseño

Hubo una época en la que me afanaba por ir vestida a la última, tenía unos zapatos-zapatillas (no eran ni una cosa ni la otra) bastante incómodas por cierto ya que eran completamente cerradas y de una cuerina sospechosa, pero claro, eran de diseño, de un verde claro fosforescente y con una raya al costado en amarillo patito, me gustaban y me hacían sentir especial. Ahora me cago en el diseño, es más, a veces me pongo cosas feas o de mal gusto para ver qué se siente. Pero no cosas feas tipo soy rara y un poco nerds, lo cual puede estar de moda en cierto sentido, sobre todo últimamente, sino aquellas cosas que no dicen nada, sosas, anodinas, que apagan, que afean sin ser feas ellas mismas. A esas conclusiones llegué al cabo de unos cuantos años, no fue fácil, no. Llegué a pensar así a partir de ciertos hechos irreversibles que detallaré a continuación:
1. El friquismo va por dentro,
2. Las cuentas no cierran a fin de mes y el diseño se paga caro,
3. Definitivamente, no-soy-más-especial por llevar unos zapatos verdes flúos o una caléndula en la cabeza
4. Lo que antes de los 30 parece simpático y divertido después se transforma en patético, ubiquemosnon.
En fin, ahora me voy a darle el pésame a mi padre, por lo del Negro, chau.

3 comentarios:

sin gins said...

el friquismo va por dentro! eso deberían habernos enseñado el primer día de escuela de letras...
pero no, es mejor impactar a los alumnos hablándoles de autores que nadie leyó.
no hay nada que hacerle...

Mauro Emiliozzi said...

Son etapas... a mi me regalaron unas John Foos que son re caras, naranja rabioso que tienen tooooda la onda y yo estoy re chocho...

Adriana Luna said...

MUY BUENO, FLACA, MUY BUENO...